La historia
La alfombra Zanafi, que debe su nombre a la tribu Zanafi de la región de Taznakht, en las montañas del Alto Atlas, es un ejemplo notable de la artesanía tradicional bereber. Al igual que la alfombra Hanbel (o Kilim), presenta un diseño geométrico intrincado y un tejido plano de alta densidad, lo que la hace excepcionalmente duradera.
Tejidas a mano con 100% lana, a diferencia de los kilims que pueden incorporar algodón u otras fibras, las alfombras Zanafi se distinguen por sus tonos neutros y terrosos, logrados mediante tintes con pigmentos naturales. Sus patrones geométricos son llamativos, con diseños limpios y lineales que demuestran la belleza de una simetría casi perfecta.
A pesar de sus motivos sobrios, las alfombras Zanafi están tejidas con una artesanía intrincada, en particular mediante la técnica chedwi, que les aporta una textura y una resistencia únicas. En comparación con las alfombras Kilim, las alfombras Zanafi son más densas, lo que ofrece una durabilidad y una resistencia superiores.
